"FERIA TAURINA DE FALLAS DE VALENCIA 2019" FINITO DE CÓRDOBA EL SABOR : "DAMASCO" LA RAZA : PONEN EL BROCHE DE CALIDAD A LA FERIA DE FALLAS.
PLAZA DE TOROS DE VALENCIA : FERIA DE FALLAS DE VALENCIA 2019 : 12° DECIMOSEGUNDO FESTEJO DE ABONO : 8ª OCTAVA CORRIDA : TOROS DE FUENTE YMBRO : FINITO DE CÓRDOBA, ROMÁN COLLADO Y GINÉS MARÍN.
Feria Taurina de Fallas de Valencia 2019
Finito de Córdoba, Corta la única oreja en una buena corrida de Fuente Ymbro, con un toro de vuelta al ruedo, y en la que se perdieron más trofeos por el acero. En el marco de la corrida que cierra ciclo ferial.
El sabor de Finito y la raza de 'Damasco' ponen el broche de calidad.
Cierra la Feria un gran
encierro de Fuente Ymbro: toros serios, encastados; el segundo, excepcional. Más de
dos horas y media de corrida y ocho avisos: ¡demasiado!
Román.
El sabor y la clase de Finito de Córdoba, que
le cortó una oreja al cuarto de la tarde, y la raza desbordante y
espectacular del segundo toro de Fuente Ymbro, que fue premiado con la
vuelta al ruedo, pusieron el broche de calidad a la feria taurina de
Fallas que finalizó ayer en Valencia.
El veterano torero de Córdoba, que entró en el
cartel en sustitución del lesionado Emilio de Justo, fue finalmente
el gran protagonista de la tarde gracias a la naturalidad y a la
sutileza de su toreo ante los dos de su lote, con los que logró momentos de
mucha belleza.
Esa añeja torería de Finito de Córdoba, ese aroma clásico, se
sustentó, en el fondo, en un inteligente criterio lidiador y, en las formas, en
un elegante compás con los que sacó lúcido y lucido partido de un primer toro
con mucha querencia a tablas y de un cuarto con más nobleza que entrega.
Pero fue la cuajada al segundo de su lote la faena que,
por la mayor duración del enemigo, alcanzó mayores cotas, desde el sabroso
inicio por trincheras y pases de la firma hasta los deliciosos ayudados
por alto del cierre, con ese concepto cada vez más caro de ver en estos tiempos.
Y entre medias de prólogo y epílogo Juan Serrano Finito de Córdoba salpicó
tandas de muletazos de largo trazo, manejando con precisión los vuelos de la
muleta para gobernar las embestidas, envuelto todo en su elegancia de siempre,
la de una escuela que bebe de las mejores fuentes del toreo.
Actuación de maestro, pues, la de Finito de Córdoba, que
contrastó mucho con las maneras posmodernas de sus dos jóvenes compañeros de
cartel, que tuvieron claras opciones de más con varios de los toros de la
agradecida corrida de Fuente Ymbro.
Y en especial las que ofreció el segundo de la tarde, Damasco de
nombre, una auténtica pintura de animal, con "solo" 500 kilos de
peso, serio de cara y armónico de trapío, que fue todo un torrente de raza y
bravura.
Román Collado, citando a distancia.
Román Collado, forzado de pecho.
Fue realmente espectacular la emotiva, codiciosa y
profunda manera de tomar y seguir los engaños del toro, pero que se desbordaba
cuando no encontraba el mando adecuado, como le pasó en varias fases de la
faena al valenciano Román desde que pasó serios apuros al abrir el trasteo
de rodillas y en los medios con una arriesgada arrucina por la espalda a la que
el toro acudió como un disparo.
Aunque no llegó a hacerse con el control, lo cierto es que
no volvió la cara el joven espada, que hizo lo que buenamente pudo y supo con
un animal que, de puro bravo, siempre amenazó con echárselo a los lomos en una
pelea que ganó claramente a los puntos, por mucha voluntad, y poco acierto, que
puso su matador.
Toro Damasco, Vuelta al Ruedo a sus Despojos.
Al final, tras varios fallos con los aceros, todos los
honores fueron de Damasco, para el que el presidente asomó el pañuelo azul
que ordenaba que las mulillas le dieran la vuelta al ruedo en el arrastre,
mientras el joven espada era tibiamente ovacionado.
Más entonado, y tranquilo, estuvo Román con el quinto,
que, como el trasteo, fue yendo a más, con una fase final más intensa en el
toreo de cercanías, antes de que, doliéndose de la mano derecha, el valenciano
perdiera de nuevo un posible trofeo con la espada.
Ginés Marín, naturales muy ceñidos.
Ginés Marín, por Manoletinas.
Ginés Marín.
Igual de dilatada que esta fue la faena de Ginés
Marín al sexto, otro de los toros de nota de la corrida. Tras desistir
pronto con el desclasado y parado tercero, garbanzo negro del encierro, se
explayó el extremeño con ese último.
Pegó muchos pases por ambas manos, pero el conjunto tuvo
una mecánica fría poco expresiva, de más corrección que pasión, salvo en un
final efectista en el que Ginés Marín intentó calentar el tendido como no lo había
hecho antes con el toreo fundamental.
Fuente : diariodecordoba.com
Finito de Córdoba, Corta la única oreja en una buena corrida de Fuente Ymbro, con un toro de vuelta al ruedo, y en la que se perdieron más trofeos por el acero. En el marco de la corrida que cierra ciclo ferial.
El sabor de Finito y la raza de 'Damasco' ponen el broche de calidad. |
Cierra la Feria un gran
encierro de Fuente Ymbro: toros serios, encastados; el segundo, excepcional. Más de
dos horas y media de corrida y ocho avisos: ¡demasiado!
Román. |
El sabor y la clase de Finito de Córdoba, que
le cortó una oreja al cuarto de la tarde, y la raza desbordante y
espectacular del segundo toro de Fuente Ymbro, que fue premiado con la
vuelta al ruedo, pusieron el broche de calidad a la feria taurina de
Fallas que finalizó ayer en Valencia.
El veterano torero de Córdoba, que entró en el
cartel en sustitución del lesionado Emilio de Justo, fue finalmente
el gran protagonista de la tarde gracias a la naturalidad y a la
sutileza de su toreo ante los dos de su lote, con los que logró momentos de
mucha belleza.
Esa añeja torería de Finito de Córdoba, ese aroma clásico, se
sustentó, en el fondo, en un inteligente criterio lidiador y, en las formas, en
un elegante compás con los que sacó lúcido y lucido partido de un primer toro
con mucha querencia a tablas y de un cuarto con más nobleza que entrega.
Pero fue la cuajada al segundo de su lote la faena que,
por la mayor duración del enemigo, alcanzó mayores cotas, desde el sabroso
inicio por trincheras y pases de la firma hasta los deliciosos ayudados
por alto del cierre, con ese concepto cada vez más caro de ver en estos tiempos.
Y entre medias de prólogo y epílogo Juan Serrano Finito de Córdoba salpicó
tandas de muletazos de largo trazo, manejando con precisión los vuelos de la
muleta para gobernar las embestidas, envuelto todo en su elegancia de siempre,
la de una escuela que bebe de las mejores fuentes del toreo.
Actuación de maestro, pues, la de Finito de Córdoba, que
contrastó mucho con las maneras posmodernas de sus dos jóvenes compañeros de
cartel, que tuvieron claras opciones de más con varios de los toros de la
agradecida corrida de Fuente Ymbro.
Y en especial las que ofreció el segundo de la tarde, Damasco de
nombre, una auténtica pintura de animal, con "solo" 500 kilos de
peso, serio de cara y armónico de trapío, que fue todo un torrente de raza y
bravura.
Román Collado, citando a distancia. Román Collado, forzado de pecho.
Fue realmente espectacular la emotiva, codiciosa y
profunda manera de tomar y seguir los engaños del toro, pero que se desbordaba
cuando no encontraba el mando adecuado, como le pasó en varias fases de la
faena al valenciano Román desde que pasó serios apuros al abrir el trasteo
de rodillas y en los medios con una arriesgada arrucina por la espalda a la que
el toro acudió como un disparo.
Aunque no llegó a hacerse con el control, lo cierto es que
no volvió la cara el joven espada, que hizo lo que buenamente pudo y supo con
un animal que, de puro bravo, siempre amenazó con echárselo a los lomos en una
pelea que ganó claramente a los puntos, por mucha voluntad, y poco acierto, que
puso su matador.
Toro Damasco, Vuelta al Ruedo a sus Despojos.
Al final, tras varios fallos con los aceros, todos los
honores fueron de Damasco, para el que el presidente asomó el pañuelo azul
que ordenaba que las mulillas le dieran la vuelta al ruedo en el arrastre,
mientras el joven espada era tibiamente ovacionado.
Más entonado, y tranquilo, estuvo Román con el quinto,
que, como el trasteo, fue yendo a más, con una fase final más intensa en el
toreo de cercanías, antes de que, doliéndose de la mano derecha, el valenciano
perdiera de nuevo un posible trofeo con la espada.
Ginés Marín, naturales muy ceñidos. Ginés Marín, por Manoletinas. Ginés Marín.
Igual de dilatada que esta fue la faena de Ginés
Marín al sexto, otro de los toros de nota de la corrida. Tras desistir
pronto con el desclasado y parado tercero, garbanzo negro del encierro, se
explayó el extremeño con ese último.
Pegó muchos pases por ambas manos, pero el conjunto tuvo
una mecánica fría poco expresiva, de más corrección que pasión, salvo en un
final efectista en el que Ginés Marín intentó calentar el tendido como no lo había
hecho antes con el toreo fundamental.
Fuente : diariodecordoba.com
Pablo Casado, en Las Barreras. |
FICHA DEL FESTEJO :
PLAZA DE TOROS DE VALENCIA. Martes, 19 de marzo de 2019. 12° Décimo Segundo Festejo de Abono. 8ª Octava Corrida de La "Feria de Fallas de Valencia 2019". Última corrida. Dos tercios de entrada. Toros de Fuente Ymbro, serios y encastados; el 2º, de vuelta al ruedo.
FINITO DE CÓRDOBA, de corinto y oro. Dos pinchazos. Dos avisos (saludos). En el cuarto, pinchazo y estocada (oreja).
ROMÁN COLLADO, de burdeos y oro. Pinchazo, estocada baja y seis descabellos. Dos avisos (saludos). En el quinto, cuatro pinchazos, estocada y descabello. Dos avisos (saludos).
GINÉS MARÍN, de azul y oro. Media y descabello (silencio). En el sexto, buena estocada y cuatro descabellos (petición y saludos).
Cuadrillas: destacaron en la brega Iván García, que
saludó tras banderillear al segundo, y Manuel Larios.
Plaza: Valencia. Último festejo de abono
de la feria de Fallas, con algo menos de media entrada en los tendidos (unos
5.000 espectadores), en tarde fría.